Gran fiesta tiene el infierno con todas sus calaveras.
Tanto el viejo como el tierno van a dar a las calderas.

07 noviembre 2008

Aggatrasado

A veces creo que soy retrasado mental. Que todos sois unos actores contratados para representar la macabra obra que es mi vida. Un mundo creado para poner a prueba a un desequilibrado. Creo que todo es ajeno a mí. Os estaréis preguntando por que creo yo esto.


Desde que nací se me dio “bien” el dibujo. Un tiempo a esta parte asisto a clases de dibujo. Antes iba a la casa de la cultura a realizar estas actividades extraescolares, pero por falta de plazas fui al por el todos conocido El Greco. Bien, allí me dedico a dibujar cosas, pero cuando llevo la mitad del dibujo hecho ya no me gusta, me parece francamente malo y hecho sin ganas, pero aquí es donde viene la magia: cuando estoy a punto de terminarlo la profesora se me acerca y me dice que está muy bien hecho y incluso a veces se lo enseña al resto de la clase. Yo sigo viendo una mierda, pero se ve que ella y el resto de la clase tienen la visión más distorsionada que yo cuando me quito las gafas, pero esto no acaba aquí. Suelo terminar el cuadro los viernes y suele dar la curiosa casualidad de que mi hermano está en casa, le enseño el dibujo y me dice: “muy bien, Luis”, se lo enseño a mi abuela, lo mismo, se lo enseño a mi madre, lo mismo, a mi hermana y familia, lo mismo, a mi sobrino, lo mismo. El único que le saca pegas, gracias a dios, es mi padre. Exactamente lo mismo pasa con los que hago en clase.


Sigo hablando de acciones culturales, lo que ahora mismo estoy haciendo, escribir en mi blog. Si leéis un poco veréis que no existe ningún comentario del estilo “yo no estoy de acuerdo” o “me parece que tienes que trabajar un poco más los artículo” o “no tenias ni puñetera gracia” ¿por qué? No puede ser tan bueno y que agrade a todos, me resulta imposible.


Vuelvo a mis clases de dibujo, pero esta vez de otra manera. Mi profesora de dibujo tiene una hija que también es profesora de arte y esta, a su vez, tiene un hijo. Bien, pues un día vinieron la pareja con el hijo de uno o dos años más o menos y mi profesora cogió a su nieto y fue a donde yo estaba. Vale, en principio no lo vi un problema, seria el típico: “¿has visto a mi nieto?” pero no. Con frases del estilo “Dile hola al tete” y “Mira como te mira” no movía al niño de enfrente de mi, pero la clase estaba llena, a rebosar de simpáticas chicas que se alegrarían más de hacerle carantoñas a un niño que yo. De repente apareció la madre del niño por detrás de mí. Ella me dio clase en esa misma academia tiempo atrás. Ya veía caer la frase inevitable: “¿has visto ya a Luis?” cosa que parecía bastante obvia que había sucedido. Entonces se formó una barrera en la única salida de la academia (que es bastante estrecha) yo en medio, enfrente mi profesora con el infante, detrás la madre del infante y al lado el padre del infante, bloqueando cualquier tipo de huida. Tuve que recurrir al viejo método de “tengo algo de prisa” antes de que la abuela del infante se le ocurriera darme un pañal y pedirme que lo cambiase.


Y lo demás son pequeñas cosas, como por ejemplo que mi madre a veces se le valla la pelota y me hable como si fuera un niño de cinco años, que el mundo sea así de cruel y de extremista,… ¿por qué? Se que es mentira, se que está mal. No puede ser que a todos les guste lo que dibujo, lo que escribo,… a veces me entran ganas de hacer las cosas mal apropósito para ver si la gente sigue diciendo que está bien.


A veces pienso que soy retrasado mental, pero me quito rápidamente esa idea de la cabeza cuando pienso: ¿Quién demonios le importaría lo más mínimo mi vida para montar esta gigantesca farsa? Y lo más aun, nadie tiene suficiente dinero para pagar a alguien que sea capaz de soportarme.


El caballero Aggatrasado.

1 comentario:

  1. Fran:


    como tas rayao, te aburrias desde luego pa rayarte tanto,

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