Gran fiesta tiene el infierno con todas sus calaveras.
Tanto el viejo como el tierno van a dar a las calderas.

23 julio 2008

Camino Torcido

El otro día, volviendo de tirar la basura, me crucé con un grupo de gente por la calle. Se componía de dos niños pequeños (no pasarían de 5 años) correteando, seguidos de sus madres, ambas muy jóvenes. De repente uno de los chiquillos se derrumbó contra el suelo y una de las madres, la rubia con tacones de 50 cm, fumando y con más litros de pintura encima que de agua en su cuerpo, se acercó corriendo al niño pero en vez de socorrerlo le pegó una fuerte patada en los riñones y seguidamente dijo textualmente: “La próxima vez que te caigas te meteré el tacón del tabaco por el… el tacón del zapato por el culo, o si no te lo clavaré en la cabeza”


¿Como no quieren que los niños acaben matando a sus padres con una katana poco afilada? ¿Os podéis imaginar infierno peor que vivir en una casa así? Hay que hacer algo, tener en cuenta que tendremos que trabajar codo con codo con estos engendros creados por unos padres que conciben a los niños como una carga, o una excusa para sacarle dinero al estado. ¿Y quien se acaba llevando la culpa de esto? La televisión, los videojuegos,… pero desde luego, quien no se la llevan son los padres.


¿Qué culpa tiene una empresa dedicada a la creación de juegos para mayores de edad de que unos padres, además de comprarle una PSP a un niño de siete años, permitan que juegue al GTA?

¿Qué culpa tiene una cadena de televisión de que los padres dejen ver a sus hijos de cinco años un programa de la WWE? Me da igual que sea un show, ellos no lo saben.

Ellos van ha crecer en esa falsedad y la van a convertir en real. A este paso no creo que tardemos mucho en vivir en ciudades iguales que Liberty City o San Andreas.

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